¿Qué aportan los interruptores termomagnéticos?

La seguridad en términos eléctricos es fundamental en cualquier tipo de instalación (industrias, comercios, viviendas, etc.). Por ello, es necesario garantizar la protección de los circuitos mediante los mejores dispositivos del mercado como, por ejemplo, los interruptores termomagnéticos. Debido a su enorme importancia, en este artículo se analiza qué son y cuáles son sus funciones principales.

Conociendo los interruptores termomagnéticos

Este tipo de interruptores son dispositivos que cumplen una función esencial para proteger los circuitos eléctricos. El motivo fundamental es que tienen la capacidad de interrumpir la corriente, más concretamente lo hacen cuando se detectan situaciones anómalas como, por ejemplo, las habituales sobrecargas o los cortocircuitos.

El diseño combina dos mecanismos de protección que merece la pena resaltar:

• Mecanismo térmico. El funcionamiento es a través de una lámina fabricada con dos tipos de metales que, cuando hay una sobrecarga prologanda en el tiempo, se deforma a raíz del calor que se genera. En otras palabras, cuando la temperatura aumenta a un nivel de seguridad estándar, el interruptor se acciona y, por lo tanto, se corta el suministro eléctrico, evitando así cualquier tipo de daño en los equipos que se hayan conectado.
• Mecanismo magnético. Es el más eficaz porque responde de inmediato ante los cortocircuitos. Funciona a través de una corriente exccesiva que activa un tipo de electroimán que, a su vez, desconecta el circuito en cuestión de segundos.

Principales usos del interruptor termomagnético

Los usos del interruptor termomagnético son muy amplios y variados y, además, abarcan a numerosos sectores. Esto es debido a su gran capacidad para hacer frente a las sobrecargas y a los cortocircuitos sobrevenidos.

El uso más común se concentra en las instalaciones residenciales, es decir, en las viviendas. En la práctica, se pueden encontrar en los cuadros eléctricos individuales de cada casa. De esta forma, se protege la instalación de fallos eléctricos y, por consiguiente, de daños en electrodomésticos y de posibles incendios. Por ello, es un elemento totalmente indispensable en cualquier hogar.

Por otro lado, también es muy utilizado en oficinas y pequeñas empresas. La razón es que garantiza la seguridad de tipo eléctrico en edificios que, a su vez, disponen de numerosos equipos electrónicos (iluminación, ordenadores, servidores de datos, etc.) con el consiguiente riesgo que conllevan. 

No obstante, es en el sector industrial donde más uso se hace de los interruptores termomagnéticos. Por ejemplo, están incorporados en la maquinaria pesada, así como en los sistemas de automatización y paneles de control. Estos dispositivos cumplen un papel crucial, ya que evitan paradas de producción o averías de alto coste en los equipos que hacen posible la actividad.

Por otra parte, también es importante mencionar la industria del transporte y las telecomunicaciones. Con los interruptores de este tipo también se protegen los sistemas de señalización, los ascensores y las numerosas redes de comunicación. La consecuencia de su aplicación es el mantenimiento de la continuidad operativa y la prevención de los fallos eléctricos.

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